Embarcaciones Remolcables

Embarcaciones Remolcables

Todo lo que debes saber sobre las embarcaciones que pueden remolcarse con un vehículo por carretera

Las embarcaciones remolcables son aquellas cuyo tamaño permite remolcarlas con un vehículo por carretera sin un permiso especial. De esta forma, solo necesitarás un remolque para transportarla y podrás prescindir del amarre y del consiguiente gasto que supone.

A continuación, vamos a contarte toda la información que necesitas saber sobre este tipo de embarcaciones, perfectas también para iniciarte en el mundo de la navegación.

Características de las embarcaciones remolcables

Para que una embarcación se considere remolcabe, debe cumplir los siguientes requisitos:

• La anchura máxima de la embarcación, con remolque incluido, debe ser de 2,55 metros.
• El peso máximo debe ser 3.500 kilos con el remolque incluido, por lo que el peso máximo de la embarcación debe ser de unos 2.800 kilos.
• La altura máxima cuando la embarcación esté colocada en el remolque debe ser de 4 metros.

Permisos para transportar una embarcación remolcable

Para poder conducir un vehículo con una embarcación remolcable, podremos hacerlo con el carnet B, siempre que la Masa Máxima Autorizada del conjunto no supere los 3.500 kilos.

En el caso de que la Masa Máxima Autorizada sea de hasta 4.250 kilos, es necesario tener el permiso de conducir B con el código armonizado B-96, una ampliación del carnet B, para lo que habrá que superar un examen práctico con remolque.

Por último, el permiso B+E permite transportar remolques o semirremolques cuya MMA sea de 3.500 kilos o inferior. Para obtenerlo, es necesario superar un examen teórico y práctico.

Ventajas de las embarcaciones remolcables

Aunque las embarcaciones remolcables puedan parecer más limitadas por su tamaño y prestaciones, lo cierto es que cuentan con numerosas ventajas, sobre todo para aquellos que se están iniciando en el mundo de la navegación. Algunos de los puntos fuertes de las embarcaciones remolcables son los siguientes:

• Precio y mantenimiento más barato: al tratarse de embarcaciones pequeñas, su precio de compra es inferior al de otros yates. Y no solo eso, porque sus costes de mantenimiento también son más baratos, ya que no es necesario comprar o alquilar un amarre y se puede tener guardada en un lugar más barato lejos de la costa. Por otro lado, al permanecer menos tiempo en el agua, tardan más en deteriorarse y su vida útil es más larga.
• Más flexibilidad: pueden transportarse hasta donde se deseen utilizar cómodamente, mientras que con otras embarcaciones de tamaño superior y que no pueden remolcarse así de fácil, solo podrás permanecer en una misma zona. De esta forma, las embarcaciones remolcables son perfectas para aquellas personas que realicen diferentes actividades, como pesca, submarinismo o paseo, ya que podrán desplazarse y navegar por diferentes costas sin problema.
• Licencia de Navegación más sencilla: la mayoría de estas embarcaciones remolcables no superan los 6 metros de eslora, por lo que solo necesitarás una Licencia de Navegación para poder manejarlas. Este permiso se obtiene en una Escuela Náutica en 6 horas y no necesitas superar ningún examen, mientras que, en el caso de barcos de mayor tamaño, la obtención de la licencia requiere un proceso más largo y complejo.

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