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Vender un coche sin la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una situación que puede generar dudas tanto legales como económicas. Si bien no es ilegal vender un coche sin la ITV en vigor, esto puede presentar complicaciones a la hora de formalizar la compraventa del vehículo y reducir considerablemente el valor del vehículo. En este artículo, analizaremos las opciones para vender un coche sin ITV, si es posible cambiar su titularidad y si realmente vale la pena venderlo con la inspección pasada.

 

¿Es legal vender un coche sin ITV?

La legislación española no prohíbe expresamente la venta de un coche sin la ITV en vigor. No obstante, sí existen ciertas limitaciones y riesgos asociados. Aunque la venta en sí es legal, el problema principal radica en la imposibilidad de circular con el vehículo hasta que se haga la inspección y tenga un resultado favorable.

Un coche sin ITV no puede circular por la vía pública, salvo para acudir a la propia inspección, lo que supone un problema para el comprador. Además, si el vehículo es transferido sin ITV y el comprador necesita moverlo, tendrá que hacerlo con una grúa o solicitar un permiso especial.

Otro aspecto para tener en cuenta es que algunos trámites pueden complicarse. Aunque en la DGT se puede cambiar la titularidad sin necesidad de la ITV, algunas aseguradoras pueden negarse a emitir pólizas para vehículos sin inspección vigente.

pegatinas ITV

 

Alternativas para vender un coche sin ITV

Existen varias opciones para vender un coche sin ITV, cada una con sus ventajas e inconvenientes:

Vender a un particular

Vender un coche sin ITV a un particular es posible, pero no siempre es fácil. La mayoría de los compradores potenciales buscan vehículos en buenas condiciones y listos para circular. Si un coche no tiene la inspección pasada, el comprador deberá asumir la responsabilidad y el coste de llevarlo a la revisión, lo que podría desanimarlo o hacer que ofrezca un precio mucho más bajo.

Si decides venderlo de esta manera, es recomendable reflejar en el contrato de compraventa que el comprador es consciente del estado del coche y que acepta la falta deITV. Esto puede evitar problemas legales posteriores en caso de que el comprador reclame por problemas mecánicos.

Vender a un concesionario

Algunos concesionarios aceptan coches sin ITV, especialmente si se trata de modelos que pueden revender fácilmente o que pueden reparar sin un gran desembolso. Sin embargo, el precio que ofrecerán será menor que si el coche tuviera la inspección pasada, ya que ellos deberán asumir el coste de la reparación y de la inspección.

Este tipo de venta suele ser rápida y sin complicaciones, ya que los concesionarios suelen encargarse de todos los trámites administrativos. Además, pueden ofrecer la opción de entregar el coche como parte del pago de otro vehículo.

Vender a un desguace para piezas

Si el coche es muy antiguo o tiene problemas mecánicos graves, una opción es venderlo a un desguace. En estos casos, la falta de ITV no es un inconveniente, ya que el vehículo será dado de baja y desmantelado para aprovechar sus piezas. La desventaja principal es que el valor que recibirás por él será mucho menor que en una venta convencional.

Los desguaces suelen ofrecer la recogida del coche con grúa, lo que facilita el proceso. Además, se encargan de la baja definitiva en la DGT, evitando cualquier complicación futura para el vendedor.

¿Se puede cambiar la titularidad de un coche sin ITV?

Es posible cambiar la titularidad de un coche sin que tenga la ITV en vigor, ya que la DGT no exige que la inspección esté vigente para realizar la transferencia. Sin embargo, el comprador deberá asumir la responsabilidad de pasar la ITV antes de poder circular legalmente con el vehículo.

Uno de los principales problemas de comprar un coche sin ITV es la dificultad para asegurarlo. Muchas compañías de seguros se niegan a ofrecer pólizas para vehículos sin la inspección vigente, lo que puede dificultar su traslado y uso hasta que pase la revisión. En este caso, los seguros temporales por días son una solución ideal, ya que permiten asegurar el coche de manera rápida y económica, ofreciendo cobertura suficiente para llevarlo a la ITV y cumplir con la normativa legal sin necesidad de contratar un seguro anual

Además, la falta de ITV suele afectar directamente al precio de venta. Un coche sin la inspección en vigor genera incertidumbre, ya que el comprador no sabe si podrá superarla fácilmente o si requerirá reparaciones costosas. Esta incertidumbre se traduce en ofertas más bajas, con diferencias de precio que pueden oscilar entre un 10% y un 30%. Por ejemplo, un vehículo que podría venderse por 5.000 euros con la ITV pasada, podría recibir ofertas de solo 3.500 a 4.000 euros sin ella. Si la inspección revela problemas graves, la diferencia de precio podría ser aún mayor.

Además, si la ITV lleva caducada mucho tiempo, los compradores pueden sospechar que el coche tiene averías ocultas o que ha estado parado por fallos mecánicos, lo que puede dificultar aún más la venta.

En definitiva, aunque es legal vender un coche sin ITV, es importante considerar los inconvenientes asociados, como la menor demanda, la caída del precio y las dificultades para asegurar y trasladar el vehículo antes de su inspección.

¿Es mejor vender el coche con la ITV pasada?

En la mayoría de los casos, vender el coche con la ITV pasada es la mejor opción. No solo aumenta el valor del vehículo, sino que también facilita la venta al ofrecer más confianza al comprador.

Pasar la ITV antes de vender puede ser una inversión rentable. Si el coche está en buen estado y la revisión no requiere reparaciones costosas, el gasto de la inspección (que ronda los 50 euros en España) se verá compensado con un mejor precio de venta y una mayor facilidad para encontrar un comprador.

Sin embargo, si sospechas que el coche no pasará la ITV sin reparaciones importantes, puede que no valga la pena gastar dinero en arreglos. En este caso, podría ser más conveniente venderlo sin ITV a alguien que esté dispuesto a asumir esos costes o a un desguace.

 

En definitiva, vender un coche sin ITV es posible, pero puede ser más complicado y reducir su valor. Si el coche está en buen estado, lo mejor es pasar la inspección antes de venderlo para facilitar la venta y obtener un mejor precio. Si requiere reparaciones costosas, venderlo sin ITV puede ser una opción, aunque a un precio menor. En cualquier caso, lo importante es ser transparente con el comprador y asegurarse de que conoce el estado del vehículo.

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Laura Gil La Orden

Laura Gil es una joven profesional apasionada por la comunicación y las redes sociales. Estudió Comunicación Audiovisual en la CEU Cardenal Herrera, e... Más sobre Laura Gil La Orden

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